A inicio del año electoral nuevamente las calles de Concepción se tiñen de colores y mensajes alusivos a candidaturas, partidos y movimientos políticos. La polución visual nadie castiga en esta parte del país.
Imagen que comienza a notarse en la ciudad
Según la experiencia vivida en esta ciudad, tales constumbres no erradicadas en política-electoralista siguen en auge a pesar de que el mayor porcentaje de habitantes son jóvenes con criterios amplios.
Según se pudo apreciar, muchos de estos jóvenes consiguen enterarse de alguna propuesta o algún currículum del ciudadano que se postula a cargos electivos y lo único que se consigue con esas prácticas papeleos es ensuciar la imágen de ciudad y causar mala impresión.
El criterio de la gente nueva es que los políticos de hoy deben abrir sus mentes utilizando otros estilos de marketing y fomentar ejemplo para obtener votos ganados por convencimiento para construir una ciudad apta para nacer, vivir, estudiar y así llegar a ser parte activa de la misma dejando de lado lo absurdo e innecesario, pues no es quien tenga mas fotos o afiches quien sale vencedor, es quien llega, convence y demuestra el trabajo.
Lo más grave es que ninguna autoridad regula la instalación de los carteles y pinturas de tinte electoral.
Por Laura Aguero
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